Otra vez el pasado nos golpea en la cara para gritarnos que están ahí, que no se fueron, que no se arrepienten de nada y que volverían a hacer las atrocidades que hicieron. Las declaraciones del genocida Bignone diciéndole a los jóvenes que quieren "memoria completa" que "terminen lo que nosotros no supimos ni pudimos terminar", dan escalofrío y nos obligan a comprometernos cada día más en la construcción democrática de una República.
Que existan personas que depués del genocidio continúen desmintiendo las aberraciones que hicieron y de las cuales muchas se pudieron conocer en el Juicio a las Juntas y en los otros que, como el de Etchecolatz, demostraron sus crimenes atroces, sólo puede ser posible porque a veintitres años del retorno de la democracia seguimos esperando (y luchando por) juicio y castigo a los culpables.
Ya se logró la nulidad de las leyes de impunidad, pero aún queda la nulidad de los indultos.
4.10.06
Justicia
Publicadas por MM a la/s 3:05 p. m.
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