14.7.07

El Bulín del Primus en Montevideo



Conocí en Montevideo un lugar único, propiedad de uno de esos locos obsesionados por la colección. Este se llama Aldo y hace un tiempo se dedicó a coleccionar el calentador a gas PRIMUS. El que la wikipedia define: "..Primus era la marca registrada de un calentador o estufa que se producía en Argentina, actualmente descontinuado. Funcionaba con gas de queroseno, al que se le daba presión con una pequeña bomba manual.A principios del siglo XX, en Buenos Aires, José Arturo Severino compuso un tango que denominó Metele bomba al primus. Debido al doble sentido de su título y letra, fue censurado en los 1930s durante la dictadura de Uriburu..."

Dice también, que "...En la actualidad, Primus es una banda estadounidense de rock. ..bla blabla

El mismo del que también habló Celedonio Flores en El Bulín de la calle Ayacucho:

El Primus no me fallaba
con su carga de aguardiente;
y habiendo agua caliente
el mate era allí señor.



La cuestión es que Aldo pasó una tarde por una feria de antigüedades en Montevideo y vio uno, que se lo intentaron vender por poco dinero, respondió que no, pero por esas extrañas razones al otro día volvió y ahí estaba el Primus esperando que lo compre por unos pesos, así lo hizo y para que quede bien lo llevó a que se lo limpien bien para que el bronce reluzca.

Ese día se cruzó con un coleccionista de Primus que le pidió que se lo venda y le ofreció una suma muy superior que la que él días antes había pagado, como uruguayo que es le dijo que no pensaba venderlo, que si era tanto el interés se lo regalaba. Su interlocutor quedó tan sorprendido que, después de aceptar tan preciado objeto, le regaló al amigo Aldo cuatro Primus de su colección que hoy integran el Primus Museum, un cálido reducto en la Ciudad vieja al que sólo se accede si el dueño de casa invita.




Fui, en la noche del jueves, uno de esos privilegiados y así pude conocer su colección que hoy supera los trescientos cincuenta calentadores y que incluyen, recortes de revistas, cocinas a gas Primus, pavas, termos y hasta algunas piezas que están expuestas en uno de los hermosos muebles que en los viejos almacenes estaban dedicados a los fideos.

Pero no termina ahí, además tiene una colección de botellas de leche de vidrio, un piano y su taburete en un espacio donde una decena de fotos de Carlos Gardel custodia que las notas que se toquen sean las correctas. Pero para que no falte nada, en el fondo está la parrilla sobre la que había –para envidia del blog barrillero- colita de cuadril, chorizos, salchichas parrileras, cortes de cerdos cubiertos con la propia lana, mollejas, riñon, lomo, queso provolone y una verdadera delicia que nunca había comido: hígado de cerdo relleno de panceta.


Ojalá Aldo se anime y ponga nomás una parrilla esa vieja casona, para que todos puedan ir a disfrutar de su diferentes colecciones, porque como dice el tango

Y en el Primus no bulle la pava
que a la barra contenta reunía
y el bacán de la rante alegría
está seco de tanto llorar.

1 comentario:

La Caldera del Diablo dijo...

¡buenísimo lo de los Primus! ¿Cómo se lo contacta a este buen hombre? Yo viajo seguido a Montevideo.
Saludos

Emiliano