Pobre Aníbal

Pobre Aníbal Fernández. Se la pasó haciendo de recontra alcahuete del Presidente y su esposa senadora, aseguró en cada micrófono que le pusieron que iba a gobernar la provincia de Buenos Aires y de pronto el líder revolucionario K le apuntó el dedo índice a otro.
Es posible que la búsqueda de este nuevo hombre para la provincia este basada en llevar como candidato a alquien que no tenga nada pero nada que ver con los noventa, a lo que hay que sumarle que tenga un profundo conocimiento de la provincia y que no viva a doscientos metros de la Avenida Corrientes, porque eso daría la imagen de mucha porteñidad y eso no está bien visto.