El "gesto" de Felipe Solá

La dirigencia política oficialista no cesa de sorprender: hoy están todos emocionados y aplauden lo que califican como un "gesto" de Felipe Solá de "renunciar a la reelección", como si estuviese resignando la posibilidad de un hecho posible y no intentando la violación de la Constitución. Uno de sus ministros, Florencio Randazzo, dijo que "interpretó la demanda social"; no faltó un exagerado que la llamó "una decisión militante, que fue madurando durante la semana” (Eduardo Di Rocco, Ministro de Justicia); el presidente de la Cámara de Diputados no quiso ser menos y sostuvo que "ha sabido privilegiar los intereses de la Nación" y agregó: "Es una manera de demostrarle al mundo que somos respetuosos de las instituciones".
Si pasamos todo esto en limpio hay que decir que hasta hace diez días, esto es antes del aluvión misionero, los revolucionarios K no respetaban las instituciones, no privilegiaban los intereses de la Nacion ni tampoco interpretaban la demanda social. Pero no, parece que Solá, Fellner y la banda de gobernadores son un grupo de patriotas que se niegan a violentar las cartas magnas de sus provincias. Es como si cualquier persona llega un día a su trabajo y anuncia a los gritos subido a un escritorio "hoy no pienso robar nada", y todos sus compañeros estallan en una ovación porque le reconocen ese gesto solidario.