5.11.07

Durante la campaña electoral en nuestras reuniones de trabajo siempre tuvo un espacio importante para el debate la intención del gobierno de "planchar" la elección para que el hecho de ir a votar pase desapercibido para la mayoría del pueblo. Percibíamos que la intención del poder era la de instalar que a la sociedad no le interesaba la elección y que a ese juego se habían subido los grandes medios de comunicación. No teníamos datos empíricos. No podíamos tenerlos en el fragor de una campaña.

Pero ahora aparecieron gracias al trabajo serio que hace diariosobrediarios que en su excelente zona dura publicó un relevamiento sobre como se construyó la idea de la "apatía" en las recientes elecciones.

Vale la pena leerlo, pensarlo y guardarlo para el futuro. Por ahora y para tentarte a que hagas click más arriba y lo analices te dejo algunos párrafos:

Hasta el viernes previo al comienzo de la veda, todos los periodistas aludidos, que se encargaron de destacar la supuesta “apatía” de la sociedad, evitaron analizar el rol que cumplen los medios a la hora de profundizar o atenuar ese desinterés -en caso de que efectivamente haya existido-, con la instalación de temas que día a día realizan desde sus títulos principales. Es decir, en paralelo a la construcción de la “apatía”, los medios no evaluaron su propia responsabilidad. Un simple relevamiento demuestra que los matutinos no dedicaron espacios importantes en sus portadas, en forma cotidiana, a la campaña electoral.

(...)

Las preguntas que subyacen, entonces, son: ¿Le dedicaron los diarios espacios principales de sus portadas a las propuestas de los candidatos, a generar polémicas entre ellos o a los avatares de la campaña? En caso de que efectivamente haya habido “apatía” ¿fueron los diarios –como principales formadores de agenda- responsables de profundizarla o hicieron el esfuerzo de intentar interesar a sus lectores en los distintos ejes proselitistas? ¿O fueron los diarios en principio quienes construyeron un supuesto mediático de “apatía”?

Es decir, los editores supieron un mes antes que la estrategia del oficialismo para la campaña fue, paradójicamente, “la no campaña” anunciada por Wainfeld en Página el 23 de septiembre. También conocieron que dentro de esa decisión oficial, estaba la premisa de hacer proselitismo mínimo (los diarios hablaron de “hacer la plancha” o “no hacer olas”). En paralelo hablaron de la supuesta “apatía” de la sociedad. Y para completar el cuadro, los diarios –hasta la última semana de octubre- editaron en sintonía con “la no campaña” (salvo las excepciones mencionadas de La Nación y Ámbito, dos diarios que no son multimedios). O sea, los matutinos aquí mencionados colaboraron en la construcción de una agenda mediática no proselitista. El “porqué” de esa actitud, es parte de un debate cuyos puntos de vista pueden ser varios, más allá de la fácil difusión de teorías conspirativas, que siempre son atractivas y de fácil elaboración.

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