El fascismo de Chiche Gelblung

Unas semanas atrás, Samuel Chiche Gelblung estrenó un portal de noticias al que llamó minutouno.com y al que desde un inicio le imprimió su estilo que todos conocimos en Canal 9 con su ciclo Memoria.

Esta tarde publicó una nota donde expresa lo peor de nuestra sociedad. Donde lo que algunos autores han llamado el "mito paranoico" que recorre la historia de la cultura argentina se palpa sin necesidad de leer entre líneas.

La "crónica periodística" se llama La fauna del subte porteño y tiene por objetivo explicar que en los subtes viajan personas y "ellos". Esto es, de un lado están las personas que viajan "hacia o desde sus trabajos, universidades o colegios" que están pendientes y temerosos de "ellos", que para la web de Chiche "son la población estable del subte. Su fauna. Son los vendedores, los músicos, los ladrones; gente que ‘vive’ y trabaja en el vagón".

Queda claro como imagina el autor de la nota el cuerpo social: del lado de la gente de bien están lo que son como él y como Chiche que son los que se tienen que cuidar de la "fauna" que son los pobres, la fauna quiere decir que los pobres son animales. Animales que a su vez tienen divisiones pero que en realidad son todos iguales: un ladrón es igual a un vendedor y un músico es idéntico a un criminal. La lógica del redactor lo llevó a establecer una pirámide de los pobres (´lo unico que le faltó es llamarlos negros, tal vez por algún dejo de vergüenza que en algún lado tiene) que habitan el subte y tanto le molestan.

Pero no contento con eso, va mucho más allá y dice en uno de los últimos párrafos:

"En la base de la pirámide, están los rezagados, los “mangueros”. “Son los HIV, los que les falta un brazo, o una pierna. Esos no venden nada, es distinto”. Igual, ni se les ocurre “cortar” a un vendedor."

Así y como no podía ser de otra manera, en la base de la pirámide que diagramaron están los más pobres de los pobres, los que no tienen ningún recursos simbólico al que recurrir (no son músicos ni artistas) ni tampoco ningún bien que comerciar ni vender, pero que aún pueden estar dentro, porque por fuera están "los “pungas”, los ladrones".


Gracias minutouno, gracias Chiche, ahora ya sabemos como cuidarnos de Ellos. Los blancos, argentinos, occidentales y cristianos seguiremos adelante.