19.11.08

Mujeres de Dios

Hace unos días terminé de leer el libro de Sonia Budassi, Mujeres de Dios. Como viven hoy las monjas y religiosas en la Argentina (Sudamericana) El libro tiene un prólogo de María Moreno y está dividido en seis partes, cada una de las cuáles dedicada a distintas monjas ("hay casi tantos tipos de monjas y religiosas como personas caminando por la calle", dice Budassi en la introducción): las Carmelitas Misioneras Teresianas, las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, las Misioneras del Cristo Resucitado, las Monjas de clausura Carmelitas descalzas, las Herederas de la madre Teresa de Calcuta y un novedoso capítulo dedicado a lo que la autora llama "Monjas high tech", donde escribe sobre aquellas que utilizan herramientas de las nuevas tecnologías y la web social. Twitter, facebook y blogs usados por religiosas para comunicarse con otras personas pero también para contar algunas características de la vida religiosa o abrir debates sobre la Iglesia.

Cuando recibí Mujeres de Dios me asaltó una contradicción: estaba frente a un tema que a primera vista no me interesaba y sobre el que jamás me había puesto a pensar, pero al mismo tiempo este hecho inesperado que significa tener en las manos un libro con un contenido tan ajeno a mis intereses me llevaba a abrirlo. Curioso al fin, había que ver de que se trataba. Así, comencé a leerlo y su prosa ágil no me soltó: leí la mitad del libro de un tirón. Me conmovió la historia de Francisca, una monja que por cuidar a su madre ingresó a la vida religiosa a los 45 años, me sorprendió la historia de las Esclavas del barrio de Belgrano, un colegio caro y exclusivo cuyo nombre siempre me llamó la atención y que tiene a una superiora muy parecida a las de las telenovelas pero que Budassi logra que se abra para conversar.

Una mujer investiga sobre mujeres en una institución que sólo admite líderes hombres. Sobre mujeres en una institución machista como pocas que con pasos muy lentos comienza a darles un lugar más allá de la subordinación y los servicios a los curas. Mujeres "que recibieron el llamado" y dejaron todo "para servir a Dios". Monjas que dirigen Colegios, que viajan a Colombia en medio de la guerrilla, que comparten un departamento en pleno centro, que viven bajo encierro, que dedicaron su vida a los pobres o que están a cargo de un hotel para estudiantes.

En el trabajo tampoco faltan los eufemismos de la Iglesia, esa forma tan eclesiástica de tapar los problemas y ocultarlos para que el tiempo se los lleve. Desde el caso María Soledad a las gravísimas acusaciones en Uruguay contra el fundador de las Misioneras del Cristo Resucitados aparecen como temas tabú para las monjas entrevistadas por la periodista que, sin embargo, indaga y continúa buscando, pero no con la lógica berreta de un programa de televisión que sólo precisa el golpe de efecto o la lágrima fácil, sino con las armas que tiene una buena cronista: la pregunta respetuosa, la investigación minuciosa y la narración correcta, ágil, divertida.

En las 249 páginas que componen este texto es posible advertir a una narradora curiosa que no trepida en meterse en aquellos lugares que son gigantes signos de interrogación para la sociedad como puede ser convento de Monjas de clausura ubicado en pleno barrio de Constitución. Deja atrás los prejuicios, pone a un costado su opinión y se dedica a contar lo que ve, escucha y siente y de la mano de ella el lector atraviesa la puerta del Convento de San José que fue construido en 1874 y se sienta frente a una monja a la que no podrá tocar. Nada de contacto físico le es permitido a quiénes las visitan: "Afuera, el ruido, la gentey el movimiento son ilusiones lejanas: una lógica que parece no tener nada que ver con lo que pasa aquí", escribe la autora y uno percibe el ruido del silencio, el aroma del encierro, la extraña y seductora sensación que da ingresar a lo ignorado.

Es un gran trabajo inscripto en el género de la crónica periodística que tiene entre sus muchos méritos el de no investigar un tema de coyuntura en dos meses para generar un golpe marketinero en las librerías. Por el contrario, Budassi ha tomado un tema poco abordado desde el periodismo para edificar un texto con rigurosidad y respeto por lo desconocido, sin caer en facilismos, en lo políticamente correcto, ni en la condena vacía.

En unos días, podremos conocer a la autora en Cuentomilibro.com

2.11.08

Especialista en Bodas

Sábado a la tarde, termino de ver un partido olvidable entre Huracán y Estudiantes, digamos unos veinte tipos pegándose patadas, revoleando la pelota y tirándose al piso con uno que intenta jugar a la pelota y se llama Juan Verón. El otro que parece que le gusta jugar al fútbol entro faltando poco más de diez minutos para que termine con la remera de Huracán: un pibito que tocó tres pelotas, la puso abajo de los tapones cada vez que quiso y -con poco- demostró que sabe de lo que se trata (creo que se llama Pastor). Ganó Huracán.

Cambio de canal y allí está Crónica para divertirme una vez más. Entrevistan a este discípulo de Jorge Rial y Lucho Avilés que ostenta una especialidad que hasta ahora desconocía: Especialista en Bodas.El experto ha sido convocado para "adelantar" el casamiento de Florencia de la V.